El 10-10-10 es una fecha muy especial, una fecha en la que he pensado desde hace meses, quizás como un recordatorio a “no olvidar”. En el mes de abril de este año, Juanita me hablo para que la ayude a preparar un montaje de expresión corporal para rendir una materia donde ella estudiaba; fue algo bueno para mi ya que ella podría haber confiado ese deber a otras personas, pero me eligió, y con gusto accedí. Siempre que haya de por medio algo artístico, me prendo en seguida, y mas si alguien confía en mis “supuestos talentos”.
La primera ves que decidimos juntarnos para armar lo que seria su montaje, en su casa, me comento que tenia en mente un gran proyecto que quería emprender junto a todos los que les interesara: el 10-10-10 se celebra en todo el mundo, en forma simultanea, la celebración de los “jóvenes con valores cristianos”, donde cada grupo de jóvenes puede hacer un evento social para que la comunidad vea las cualidades que los jóvenes cristianos pueden tener. La verdad, cuando me invito a ser parte de eso, no me sentí motivado para nada, le dije que lo iba a pensar; para esos días yo ya había desertado de la idea de preparar “cosas” con contenido espiritual, no quería subirme a una plataforma cuando me encontraba en una búsqueda personal de ideología e identidad espiritual. Eso nunca lo hice, no puedo sostener algo que no soy y no siento, lo que critique siempre, eso no podía ser yo, por ello se lo explique pero me animo a repensarlo. Era inútil negarlo, apenas me lo dijo ya mi mente comenzó a imaginar que montaje se podría preparar, ya tenía la idea y las vestimentas, la música y hasta había pensado que si yo no lo dirigiría, le brindaría a otro la idea del proyecto porque la finalidad era expresar lo que los jóvenes con valores cristianos podrían hacer, claro según mi criterio.
Habíamos quedado vernos en la próxima semana y yo conseguiría un lugar para ensayar pero por esas cosas de la vida, cambiamos varias veces la fecha del ensayo pues ella debía resolver otras situaciones; sin embargo, cada vez que me cruzaba por la calle me decía: “prepárate Elías”. Entonces logramos juntarnos en el salón donde yo “daba” clases de danza, siempre por la mañana, casi por dos semanas; la idea ya estaba y era de ella pues yo solo me limite a armar el contenido. Trabajamos con las sensaciones de estar en un viñedo y la tranquilidad que en el se podía sentir; la música combinaba violines con sentimientos de tristeza, según mi percepción, paz y resignación, todo editado en 2 minutos 30 segundos. Recuerdo que le gustó mucho el CD de música, uno de mis preferidos por las intervenciones de Shakira, por ello le di una copia con la que se quedo. Aun tengo en mi computadora ese tema musical que edite para su examen, al cual había titulado: “Instrumental Juanita”. Todavía me río cuando se me viene a la memoria las primeras clases que le di, le dije: “Extende más esos brazos, parecen alitas de pollo”, me sonó gracioso y aun hoy. Hacer todo una y otra ves, preocupado quizás por no llegar con el tiempo justo para su examen, me olvidaba que ella no era bailarina… quizás yo tampoco lo era. No obstante, me sentí satisfecho con su avance, me decía que practicaba en su casa, y se notaba. Ya estaba todo listo, solo dependía de ella hacerlo bien en el examen, pero por lo que se, nunca lo rindió. “Esta semana falto el profe, cuando rinda te aviso” me dijo en un sms, desde ahí me desconecte de ella hasta la fecha de mi cumpleaños, 27 de abril, cuando supe que estaba internada. Recordé lo que me comento, sabia que estaba anémica y que eso venia de hace tiempo, por ello se agitaba tanto y se cuidaba con la actividad física.
La noticia de su muerte fue sorpresiva. La verdad fue la primera muerte de alguien que me afecto (más de lo que pensaba), gracias a Dios hasta ahora no pase por una experiencia así en mi familia. No era el gran amigo de ella, y quizás yo no lo tome como amiga, y no por el hecho de despreciar a las personas, sino por tener mi universo interior aparte. Pero sabia que con ella podía contar para lo que quisiera, y las pequeñas charlas que teníamos en la radio, o donde nos veíamos, me servían para desahogar sensaciones personales. Pude ver varias veces que su criterio era amplio, y que ella juzgaba con la vara del amor y la piedad, varias veces le presente “casos” y la sabiduría estaba presente, trasmitía mucha serenidad. Se que toda persona que la conoció lamento su partida, esa mañana fue muy triste; en la radio solo se hablaba de ella y se ponía al aire la música que la caracterizaba.
No pude dejar de pensar por que Dios había permitido algo así, nunca me enoje con El por ello, pero si pensé que Dios se equivocaría mucho si no tomaba en cuenta el trabajo de Juanita, sentí una amargura tan grande al reflexionar como ella sirvió en cuerpo, alma y espíritu a su fe y creencias, pero ahora ya no estaba. El consuelo que tome era que estaba con Dios, y que fue fiel hasta las últimas consecuencias, admire mucho su fidelidad.
Hoy en día, siempre me acuerdo de ella, y admiro como la gente comenta lo buena persona que era, gente que nunca asistió a la iglesia pero trato con ella en otros ámbitos, como la política, gente con diferencias de ideologías pero que coinciden en que ella era un ser muy especial. Actualmente yo me muevo en esos ámbitos de política que ella frecuentaba, y acordarse de Juanita, es sin duda un ejemplo.
Juanita quiso demostrar el 10-10-10 los valores que los jóvenes cristianos pueden tener, pero ella misma se convirtió en el ejemplo más grande que se puede dar, el de una joven que siempre dio lo mejor en todo lo que emprendió, demostró humildad y puso realmente a su fe por delante de su vida personal. Eso es lo rescatable en una persona, ser buena gente y demostrarlo: se que no me equivoco al afirmar que como ella hasta ahora no hay nadie, faltan muchas “Juanitas” en la iglesia, se la extraña. Y eso aprendí de ella, ojala pueda algún día tener un poco de sus cualidades ¿y como lo sabre?, a la gente buena se la extraña.
Este mi homenaje para Juanita, quizás yo fui al único que le comento su idea de armar algo para esta fecha, de hecho creo que si, también se que hice lo posible para que se llevara a cabo y por esas circunstancias no se concreto. De todos modos su intención se cumplió, demostró lo que realmente son los jóvenes con valores cristianos, no se trata de “falsos estereotipos religiosos” sino de personas que se toman en serio su misión de evangelizar, de llevar el amor de Dios mas allá de “lo que esta escrito”, de no ser literales sino realmente espirituales. Juanita fue eso, aprendamos de las personas que vienen a este a mundo a ser ejemplo de vida, quizás también nosotros podamos dejar un legado tan grande como el de ellos. “Dios te llene de gloria y recompense tus sacrificios”.
Elías